En esta ocasión me acompaña Miguelito, gran amigo de toda la vida, que a demás empezará a cazar de aguardo con el arco en Enero.

Temperatura: 17,5 º C

Viento: Poniente flojo a nulo

Hora: 19:30

Nos preparamos y nos acomodamos en el árbol, somos dos tíos grandes como dos castillos y hay que buscar estar cómodos, que vamos a pasar unas pocas de horas encima del alcornoque.

Entorno a las 20 horas escuchamos un jabalí hozando por la parte izquierda, monte muy cerrado de jerguenes, aulagas y jaras, el monte está muy apretado, lo sentimos pero no lo vemos, poco a poco nos va cogiendo la espalda hasta de quejamos de oirlo. Hay que decir que aunque el monte es apretado, las veredas las tienen tan tomadas, que no hay una mata y andan por ellas y no los sientes casi.

Sobre las 21:30 horas volvemos a tener ambiente, pero esta vez en el arroyo, se escuchan las piedras moverse, carreras, pero nada por la experiencia que tenemos, cuando están andurreando así por el arroyo no suben a los puestos, como así fué.

Poco antes de marcharnos, entra un zorro, le tiro la luz y está tan tranquilo, insisto varias veces y nada, tranquilo como él solo. Miguel me anima para que le tire, ya que en vistas de lo que está dando de sí la noche y era un zorro de buen tamaño, decido tirarle, como especie autorizada que es y actualmente considerada como trofeo. Un tiro fácil pero..... ¡He fallado el tiro!.... Las preguntas se suceden, sin encontrar explicación. He fallado el tiro, que le vamos a hacer.

A las 23:30 más o menos decidimos que no hay nada de actividad y nos vamos con la música a otra parte.